viernes, julio 15, 2005

Nuestros gobiernos latinoamericanos han estado buscando firmar tratados de libre comercio con los Estados Unidos. En este país formulan una serie de requisitos, con lo que estamos tratando de inventar "el agua tibia", para "reducir la pobreza".
Este invento nos pone a pensar a todos que la reducción de la pobreza nos viene de fuera. Este es el primer error.
La República Dominicana tiene serios problemas para controlar a lo interno el tema de la corrupción, uno de los principales indicativos de desigualdad social, de exclusión y de marginalidad.
Yo me pregunto, precisamente en el viaje realizado por el presidente dominicano junto con los presidentes centroamericanos para promover la rápida aprobación del DR-CAFTA, en el Congreso estadounidense, en ese mismo viaje, hace una declaración que todos presumiamos, en el sentido de que fue él quien ordenó al ministerio público retirar el nombre de su antesesor, Hipólito Mejía Dominguez, de los expedientes de corrupción que estaban siendo sometidos a la justicia.
A qué estamos jugando con este tipo de acuerdos, que por un lado nos comprometemos a cumplir, pero por otro lado nos hacemos como se dice en buen dominicano "los chivos locos"?
Será que tentamos la suerte, de que a alguien se le ocurra un día decir O JUGAMOS TODOS, O SE ROMPE LA BARAJA!?